

Alpatláhuac, Ver.— Leonel Sánchez Reyes, alcalde de Alpatláhuac, prometió al asumir el cargo que donaría todo su salario a favor de la obra pública. En la recta final de la administración, no existe evidencia oficial que respalde tal compromiso. Ni en la Plataforma Nacional de Transparencia ni en el portal municipal hay registro alguno de donaciones.
Mientras tanto, los sueldos sí fluyen. El alcalde ha percibido hasta 56 mil pesos mensuales, con aguinaldos incluidos, y el gasto en nómina de su administración supera los tres millones de pesos al año. En contraste, la sección de donaciones públicas permanece vacía.
A la par, obras como el parque municipal presentan deterioro prematuro, muros de contención colapsan y caminos rurales mal ejecutados alimentan sospechas de desvío de recursos. La falta de informes y auditorías refuerza el malestar ciudadano.
Sánchez Reyes, que se autodenomina “el amigo de todos”, se ha cerrado a las críticas y evade cuestionamientos. Alpatláhuac es un municipio con más del 80 % de su población en situación de pobreza, lo que refleja que la diferencia entre prometer y cumplir no solo es política, es ética.
