Agencias
Ecuador.- El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, actualmente encarcelado tras ser detenido en una incursión policial en la embajada mexicana en Quito, es el centro de una propuesta de misión humanitaria liderada por el expresidente colombiano Ernesto Samper y otros líderes del Grupo de Puebla. La misión busca verificar el estado de salud de Glas, quien fue hospitalizado el 8 de abril después de una descompensación por una huelga de hambre. El grupo progresista reacciona a las cartas de Glas, donde solicita apoyo internacional, describiendo su detención como parte de una “persecución brutal” contra progresistas.
La situación legal de Glas ha generado polémica internacional; una jueza ecuatoriana declaró su detención ilegal aunque ordenó que permanezca en prisión por una condena previa de corrupción. En respuesta, el Grupo de Puebla ha instado al reconocimiento del “habeas corpus restaurativo” para respetar el derecho de asilo que México había concedido a Glas, subrayando la ilegalidad de su captura y la necesidad de proteger sus derechos humanos.
El incidente ha escalado a niveles diplomáticos, con México denunciando a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia, y países como Venezuela y Honduras mostrando su disconformidad cerrando embajadas y llamando a consultas a sus representantes, respectivamente. Esta serie de eventos refleja las tensiones en las relaciones internacionales y pone en evidencia la complejidad de la diplomacia y el asilo político en la región.
