

Los Ángeles, California – La ciudad vivió un fin de semana marcado por una creciente tensión social y política, luego de una serie de redadas migratorias realizadas por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que desataron fuertes protestas en varios puntos del condado angelino.
Uno de los episodios más impactantes tuvo lugar en plena vía pública, donde manifestantes encendieron fuego a una bandera de Estados Unidos mientras gritaban consignas como “¡Que se joda Trump!” y “¡Al diablo con ICE!”. El acto, captado en video y ampliamente difundido en redes sociales, mostró a varias personas escupiendo sobre el símbolo nacional, mientras otros lo rociaban con líquido inflamable al grito de “¡Hazlo grande como el 92!”, evocando los disturbios tras el caso Rodney King.
“Esto no es solo un gesto simbólico, es algo que debemos concretar. Tenemos que poner fin a este imperio de una vez por todas”, exclamó uno de los líderes del grupo, megáfono en mano, incitando a la multitud.
Las protestas comenzaron el viernes tras múltiples redadas de ICE en diversos barrios de la ciudad, incluyendo estacionamientos de tiendas como Home Depot, lugares donde suelen congregarse trabajadores informales. Los operativos encendieron la alarma en comunidades migrantes y grupos defensores de derechos humanos.
En respuesta a los disturbios, el presidente Donald Trump ordenó el despliegue de la Guardia Nacional, aunque la medida no logró contener la violencia. Videos registrados por testigos muestran enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, incluyendo el momento en que un oficial fue herido tras recibir una pedrada en la cabeza desde un paso elevado.
Además, se reportaron vehículos incendiados, lanzamientos de objetos contundentes contra patrullas y personas enarbolando banderas de países latinoamericanos mientras exigían la disolución de ICE y el fin inmediato de las políticas migratorias actuales.
El FBI ha emitido alertas y ofrece recompensas de hasta 50.000 dólares por información que permita identificar a los responsables de los actos violentos. Mientras tanto, organizaciones civiles piden una investigación exhaustiva sobre los métodos de detención usados por las autoridades migratorias.
Frente a los centros de detención y otros puntos estratégicos, las movilizaciones continúan. Líderes comunitarios han hecho un llamado urgente a mantener la protesta en términos pacíficos y legales, en medio de un ambiente social altamente polarizado.
