

AGENCIA
Puebla, Pue.- La Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) recuperó un lote de 200 baterías de litio con un valor superior a los 4 millones de pesos, mismas que habían sido robadas de instalaciones de empresas como ALTÁN Redes, AT&T y Telmex.
La recuperación se logró tras una serie de denuncias interpuestas por la sustracción de este equipo, esencial para el funcionamiento de antenas y sistemas de radiocomunicación en zonas críticas. La investigación condujo a los agentes ministeriales hasta un domicilio en la Privada Santa Lucía número 9, en la colonia Santa Margarita, al norte de la capital poblana, donde se ejecutó una orden de cateo judicial.
Centro de acopio ilegal y vehículos asegurados
Durante la diligencia, elementos de la Fiscalía localizaron las 200 baterías, así como diversos aditamentos utilizados para su instalación, lo que sugiere que el inmueble operaba como centro de acopio y distribución del material robado.
Además, fueron asegurados cuatro vehículos vinculados presuntamente al ilícito:
*Volkswagen gris, placas BHZ559A
*Chevrolet verde, placas GCE123A
*Dodge rojo, placas NPE3898
*Ford blanco, sin placas
Tanto los equipos como los vehículos fueron puestos bajo resguardo del Ministerio Público, que dará continuidad al procedimiento legal y la integración de la carpeta de investigación.
Afectación a la conectividad nacional
Las empresas afectadas forman parte de la infraestructura esencial de telecomunicaciones en México. Las baterías de litio robadas son claves para garantizar el suministro eléctrico en estaciones base, especialmente en áreas donde el acceso a la energía es limitado o intermitente.
El robo de baterías se ha incrementado en distintas partes del país debido a su alto valor en el mercado negro. Además del perjuicio económico a las empresas, estos actos afectan directamente la conectividad y calidad del servicio para millones de usuarios.
Investigación en curso
La Fiscalía de Puebla mantiene abiertas las indagatorias para dar con los responsables materiales e intelectuales del delito, así como para identificar posibles vínculos con otras células dedicadas al robo de infraestructura tecnológica.
Este operativo representa un avance importante en la protección de bienes estratégicos para las telecomunicaciones y en el combate a redes delictivas especializadas.
