

Efraín Hernández
El Buen Tono
Tomatlán, Ver. — Tras la denuncia pública sobre la existencia de una red de explotación infantil en el municipio de Tomatlán,encubierta por autoridades locales, han comenzado a surgir una serie de ataques en contra de quienes denunciaron estos hechos. En una conversación recientemente expuesta, una ciudadana identificada como “Lulu Fal” lanza amenazas, burlas y descalificaciones contra una persona que habría dado a conocer el caso, evidenciando una preocupante estrategia del alcalde Antonio Flores Cansino: recurrir a terceros para desacreditar y amedrentar a quienes alzan la voz.
La polémica gira en torno a una mujer identificada como Sonia, señalada por vecinos de la zona por la supuesta explotación de su hija menor. A pesar de la gravedad de la acusación, ni el Ayuntamiento ni el DIF Municipal han emitido postura ni actuado en consecuencia. La presidenta del DIF, Jaquelin García Anaya, y la funcionaria Jazive Guadalupe García Ramos, han sido señaladas por su inacción y presunto encubrimiento.
En lugar de iniciar una investigación o aplicar medidas de protección para la menor, el entorno del alcalde ha optado por la intimidación. A través de mensajes de voz y texto, la ciudadana “Lulu Fal” —afín al grupo político de Flores Cansino— arremete contra quienes han visibilizado el caso, advirtiendo que ya existen denuncias en su contra y amenazando con represalias legales. En los mensajes se advierten errores ortográficos graves, que, lejos de distraer, exponen el tono hostil, improvisado y falto de sustento de los intentos de intimidación.
Frases como “ya tiene denuncia en Guatusco y tú la vas a tener” o “a ver si el presidente te la pasa por estarlo quemando” dejan entrever que estas acciones podrían estar siendo impulsadas desde el propio círculo cercano al edil.
