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Regidores cómplices de la corrupción; encubren fracaso de Juan Martínez

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Nayeli Ríos 
El Buen Tono 

Córdoba.- A menos de tres meses de que concluya la administración municipal, los diez regidores del ayuntamiento han demostrado ser cómplices del desorden, la corrupción y la violencia que impera en la ciudad.
Ninguno ha tenido el valor de alzar la voz ante la ola de asesinatos que sacude a la ciudad y, por el contrario, han optado por el silencio cómplice que los convierte en comparsa del alcalde Juan Martínez Flores.
Mientras la inseguridad cobra vidas y mantiene atemorizada a la población, los ediles prefieren levantar la mano en Cabildo para avalar ocurrencias, desvíos y omisiones, antes que asumir su papel como representantes del pueblo.
Han renunciado a su deber fiscalizador y han enterrado cualquier intento de rendición de cuentas, protegiendo a un gobierno municipal señalado por su ineficiencia y corrupción.
El mutismo de los regidores no sólo los exhibe como omisos, sino como encubridores de un proyecto fallido que ha dejado obras inconclusas, servicios colapsados y una ciudad sumida en el miedo.
En lugar de exigir resultados al director de Protección Ciudadana y Movilidad, Enrique Morales Tolentino, han optado por la indiferencia, confirmando que su interés nunca fue el bienestar de los cordobeses, sino los beneficios personales.
Con esta actitud, los diez ediles se marcharán como llegaron: sin compromiso, sin autoridad moral y sin haber hecho nada por frenar el deterioro de la ciudad. Se irán como lo que han sido: levantadedos al servicio del poder, cómplices de la corrupción y del abandono que hoy tiene al municipio sumido en una crisis profunda.

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