.jpg)
Ciudad Mendoza.- Entre 40 y 60 pesos cada tercer día erogan los habitantes de La Curva y Linda Vista, que son las zonas más marginadas de la localidad de Necoxtla, para conseguir agua.
Como en estas comunidades no cuentan con llaves comunitarias ni escurrimientos de agua, la sed de las familias es aprovechada por los mismos vecinos que con camionetas se dedican al acarreo del vital líquido poniéndolo a la venta.
Son alrededor de 400 familias que viven en la parte alta de los cerros y son las que más sufren la falta de agua.
Quienes no tienen un vehículo de batea, acarrean agua en burros, “diablitos”, o carretillas, mientras que los más pobres lo hacen a cuestas, y caminando en veredas hasta más de tres kilómetros para almacenar apenas entre 60 y 80 litros de agua para sus casas, mientras tanto, el alcalde, quitado de la pena.
Las camionetas de mixto rural también aprovechan la falta de agua para hacer negocio con las familias que menos acceso tienen a algo tan indispensable, algo tan básico para la vida.
“Nosotros que vivimos en la punta de La Cumbre sufrimos más por el agua porque allá no hay llaves comunitarias y forzosamente tenemos que bajar para llenar nuestros galones, pero como pesan mucho, tenemos que pagar 40 pesos en el mixto rural para que nos lleven a la casa”, indicó Severiano Francisco, quien acarrea 12 galones de 20 litros, que se ve en la obligación de haerlos rendir dos semanas.
Los habitantes están obligados a no desperdiciar ni la mínima cantidad del vital líquido, pues saben que si lo hacen, además de padecer la sequía, gastarán el poco dinero con el que cuentan a diario para sobrevir, además de los problemas de salud a los que se exponen la falta de agua potable.
En Necoxtla tampoco hay drenaje sanitario. La realidad de estas familias es verdaderamente miserable; la apatía del alcalde por hacer algo al respecto es absurda, es un crimen, no puede seguir.
Yuri Aranda
el buen tono
