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Rafael Delgado, Ver.- Lo que parecía una tarde rutinaria se tornó en un sorpresivo operativo encabezado por elementos de la Secretaría de Marina, policías estatales y personal del C4, quienes acudieron a las instalaciones de Grúas Grisa, ubicadas a un costado de la autopista Orizaba–Puebla, para retirar dos cámaras de videovigilancia propiedad de la empresa.
De acuerdo con testimonios de trabajadores y directivos, el despliegue se realizó sin previo aviso ni la presentación de una orden judicial que justificara la intervención. “Simplemente llegaron, dijeron que las cámaras debían ser retiradas y procedieron sin mostrarnos ningún documento oficial”, afirmó uno de los empleados que presenció los hechos.
Las cámaras, colocadas en el exterior del inmueble, habrían sido instaladas por la empresa para monitorear la seguridad en la zona, debido a los constantes robos y actos delictivos registrados en el tramo carretero. Sin embargo, fueron desmontadas por las autoridades sin ofrecer mayores explicaciones.
La acción ha generado preocupación entre empresarios de la región, quienes advierten que este tipo de intervenciones sin sustento legal vulneran los derechos de particulares y podrían tener implicaciones graves en materia de seguridad y privacidad.
