


Tinta Ácida – El Buen Tono
Río Blanco, Ver.– La gestión de Ricardo Pérez García llega a su fin dejando a Río Blanco en condiciones de riesgo. A pocos meses de concluir su administración, el alcalde demuestra su incapacidad al no atender los semáforos ni construir la rotonda que la ciudadanía considera urgente en el entronque de la autopista de la Congregación de Vicente Guerrero, un punto marcado por constantes accidentes.
Vecinos denunciaron que la lluvia y el tráfico hacen el cruce cada vez más peligroso, y que la presencia de policías o paramédicos es insuficiente para solucionar la falta de infraestructura vial. Las promesas incumplidas y la negligencia del alcalde ponen en evidencia que, para Ricardo Pérez García, la seguridad de los ciudadanos nunca fue una prioridad.
Con el término de su mandato a la vuelta de la esquina, Río Blanco queda sin soluciones y expuesto a riesgos evitables, mientras el alcalde saliente deja un historial de descuido y promesas rotas que ahora pagan los ciudadanos.

