AGENCIA
Río Blanco.- Malvivientes se roban las cruces de aluminio y fierro, así como lápidas que familias colocan en las tumbas del panteón municipal “Salvador Gonzalo García”, para honrar a sus difuntos.
Afectados por dicho delito dieron a conocer lo anterior y añadieron que lo que debería ser un lugar sagrado para la memoria y el descanso de los seres queridos, se convirtió en escenario de un acto reprobable que refleja la degradación de valores en la sociedad.
Expresaron su profunda indignación y dolor por tal acción.
Calificaron los actos como un sacrilegio.
Descartaron que se trate sólo del valor económico de las piezas, sino del significado espiritual y emocional que representan.
“Fue una cruz que colocamos con amor para mi padre. Hoy únicamente queda el hueco, como si la memoria también fuera arrancada”, expresó un ciudadano que demandó sin éxito respuestas de la administración del camposanto.
El Día del Padre, al menos seis familias acusaron haber encontrado las tumbas de sus seres queridos saqueadas, lo que convirtió una fecha de recogimiento en un momento de enojo y frustración.
El clima de inseguridad y la ausencia de vigilancia en el cementerio sólo abonan a la impunidad de quienes, sin escrúpulos ni respeto por los muertos, cometen estos delitos.
Este tipo de hechos evidencia el deterioro social y la pérdida de valores como el respeto, la solidaridad y la compasión, pero también la omisión, que también es corrupción, de las autoridades municipales, que preside Ricardo Pérez García.
Hasta el momento, no hay un responsable identificado, ni acciones concretas para frenar los saqueos que se cometen en el lugar.
Los ciudadanos exigieron una intervención inmediata y efectiva del ayuntamiento.
La protección de un cementerio debería ser tema mayor, es una obligación moral y administrativa garantizar que los restos de los difuntos reposen en paz y dignidad.
