de la redacción
EL BUEN TONO
cdmx.- La violencia contra el transporte de carga mantiene en jaque a las carreteras de México. Un reporte de seguridad correspondiente al segundo trimestre de 2025 confirma que el robo de mercancías se ha convertido en una crisis estructural, con una fuerte concentración geográfica y una operación cada vez más organizada.
De acuerdo con el análisis elaborado por la firma Overhaul, el 76.8 por ciento de los robos registrados en el país se localiza en las regiones Centro y Sureste, donde convergen los corredores industriales y logísticos más relevantes. Estas zonas se han transformado en el núcleo de una actividad delictiva que actúa con precisión, horarios definidos y alto nivel de violencia.
El informe advierte que ocho de cada diez robos incluyen agresiones directas contra los operadores, lo que eleva el riesgo para la integridad física y la vida de quienes trabajan en carretera. A nivel nacional se reporta un promedio de 21 robos diarios, aunque especialistas señalan que la cifra real es mayor debido a la falta de denuncias.
La región Centro concentra el 54 por ciento de los robos, mientras que el Bajío acumula el 26 por ciento. En conjunto, ambas zonas representan el 80 por ciento de los incidentes. Diez estados reúnen casi el 88 por ciento de los casos, con Puebla y el Estado de México a la cabeza, al sumar más del 43 por ciento del total trimestral. Guanajuato, Michoacán, Veracruz y San Luis Potosí registran incrementos respecto al año anterior.
Las rutas más peligrosas siguen siendo la México-Puebla, México-Querétaro, el Arco Norte y la carretera 57, tramos donde grupos criminales atacan en puntos específicos y en horarios recurrentes.
El 84 por ciento de los robos ocurre entre lunes y viernes, con mayor incidencia de martes a viernes. Más de la mitad se registra en horario nocturno y una franja crítica se ubica entre las 3:00 y las 7:00 de la mañana, cuando se concentra más de una cuarta parte de los casos.
En cuanto al modo de operación, la intercepción de unidades en movimiento es la forma más común, aunque crece el robo a vehículos detenidos en gasolineras o paraderos inseguros. Los productos más sustraídos son alimentos y bebidas, seguidos por insumos industriales y materiales de construcción. El robo de metales muestra el mayor incremento, especialmente en rutas del norte del país.
Las pérdidas diarias para el sector alcanzan hasta 15 millones de pesos y la inseguridad también profundiza la escasez de operadores, con un déficit estimado de 80 mil conductores.
