De la redacción
El Buen Tono
París.- Un robo de gran audacia ha sorprendido al mundo: joyas de la corona del Museo del Louvre fueron sustraídas este domingo, en lo que expertos califican como un golpe altamente especializado, posiblemente ejecutado por un pequeño grupo de delincuentes ya conocidos por las autoridades.
Según especialistas en arte, los objetos robados podrían desarmarse rápidamente y venderse en mercados ilícitos, lo que haría prácticamente imposible su recuperación. Este incidente se suma a una serie de robos recientes en Francia, donde al menos cuatro museos, incluido el Museo de Historia Natural de París, han sido afectados.
Christopher Marinello, de Art Recovery International, advirtió que este tipo de robos están en aumento en Europa y otros continentes. Mientras tanto, Marc Balcells, experto en delitos contra el patrimonio cultural, señaló que las joyas y el oro son particularmente difíciles de rastrear una vez en circulación ilegal.
La investigación está a cargo de la BRB, unidad especializada en robos de alto perfil de la policía parisina, que cuenta con un centenar de agentes dedicados a casos de esta magnitud. Los expertos señalan que se trata de una de las persecuciones más importantes en la historia reciente de Francia, con un operativo que examinará grabaciones de seguridad, registros telefónicos y pruebas forenses.
Corinne Chartrelle, exfuncionaria de la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales, advirtió que las joyas podrían acabar en centros mundiales de diamantes o ser transformadas, dificultando aún más su recuperación. Marinello concluyó que “una vez que se han cortado o fundido, nunca volveremos a ver esas piezas intactas”.
La policía trabaja contrarreloj para localizar a los responsables y recuperar las valiosas piezas antes de que desaparezcan para siempre.
