

Efraín Hernández
El Buen Tono
Fortín.- El alcalde, Gerardo Rosales Victoria, ordenó el despido abrupto de al menos cien trabajadores entre sindicalizados y de confianza del ayuntamiento.
Afectados calificaron tal acción como un acto de venganza por negarse a respaldar el proyecto político de Eduardo Alonso García Viveros, candidato perdedor de la presidencia municipal y figura protegida del gobierno local.
Los entrevistados, quienes solicitaron mantener el anonimato por temor a mayores castigos, relataron que los notificaron de manera informal la mañana del jueves.
Les indicaron que su vínculo laboral con el ayuntamiento terminaba y debían irse.
Algunos ya habían sido advertidos desde semanas anteriores sobre posibles bajas, pero la medida se concretó de forma sorpresiva, tras concluir el proceso electoral del 1 de junio.
De acuerdo con versiones recabadas, las remociones estaban previstas desde mayo, y estuvieron dirigidas contra empleados que no se adhirieron a la campaña del ex aspirante de Morena y perdedor de las votaciones.
Las áreas donde se registraron los recortes incluyen al DIF Municipal, las direcciones de Desarrollo Humano, Social, Económico y Bibliotecas.
Coludido
Los ex servidores públicos denunciaron que únicamente se les pretende entregar un bono simbólico de entre 3 mil y 4 mil pesos por sus servicios, sin respetar sus derechos laborales ni ofrecerles la liquidación, que por ley les corresponde.
Trabajadores del ayuntamiento manifestaron que el dirigente del sindicato de empleados municipales, Herminio Nolasco, se vendió con el alcalde, Gerardo Rosales, ya que guardó silencio ante las arbitrariedades cometidas y permitió los despidos de personal con años de antigüedad en el servicio municipal.
Acusaron que lejos de defender a los sindicalizados, el líder gremial negoció con la administración actual para mantenerse en su puesto y obtener beneficios personales.
Abusos
Los despedidos revelaron que durante su permanencia en el gobierno municipal nunca contaron con seguridad social ni afiliación al IMSS, ya que únicamente recibían atención en la Unidad Médica local, evidenciando la precariedad con la que fueron mantenidos durante esta administración.
Ante este panorama, los despedidos hicieron un llamado urgente a la gobernadora del estado, Rocío Nahle García, para que intervenga ante lo que calificaron como un clima de ingobernabilidad y amenazas constantes que desde hace meses se venían gestando desde la oficina de la presidencia municipal, encabezada por Rosales. Asimismo, exhortaron al alcalde electo, Alfonso “Piccolo” Marín, para hablar frente a esta situación que daña a las familias.
Aunque todavía no entra en funciones, los ex colaboradores demandaron su respaldo ante lo que consideran una injusticia que deja a decenas de familias en el desamparo.
Revancha
Existe un grupo de WhatsApp de la estructura de Eduardo Alonso García Viveros, donde se exhibieron a los trabajadores que apoyaron a “Piccolo”, y solicitaron su despido inmediato de la administración pública.
