Óscar Andrés
El Buen Tono
Fortín.- El comercio informal se multiplicó sin control en la Calzada Tlacotengo, por la ambición desmedida del alcalde, Gerardo Rosales Victoria, y su director de Comercio, Luis Humberto Chacón, de querer irse del Palacio Municipal con los bolsillos llenos.
A tres meses de concluir su administración sigue robando lo más que puede sin hacer nada de beneficio para los ciudadanos, denunciaron pobladores.
“Esos dos corruptos funcionarios buscan ganancias personales por encima de la seguridad y el orden urbano”, expresaron.
Refirieron que el primer recaudador de la red de ladrones fue el director de Desarrollo Económico, Ernesto Arteaga Quevedo, a quien removieron del cargo en marzo pasado, pero según fuentes cercanas, sigue cobrando como “aviador”.
“Esa situación evidencia que la corrupción persiste al interior de la administración municipal”, expresaron.
Precisaron que actualmente, el encargado de operar las ganancias es Luis Humberto Chacón, quien permite que los puestos ambulantes se instalen sin regulación y que la terminal de taxis de la Calzada Tlacotengo bloquee el drenaje y provoque inundaciones cuando llueve.
Vecinos y comerciantes advirtieron sobre los riesgos de accidentes y la saturación de las calles, mientras la autoridad municipal prioriza las ganancias de sus operadores cercanos.
La terminal de taxis y los puestos improvisados generan caos que amenaza tanto a transeúntes como a conductores.
Expertos en urbanismo y comercio manifestaron que la irresponsabilidad de Rosales pone en riesgo a los ciudadanos, en tanto que beneficia a su círculo cercano, consolidando una administración basada en el lucro personal y la corrupción.
Mientras los habitantes registran inundaciones y accidentes, el alcalde sigue concentrado en extraer ganancias hasta el último día de su gestión.
El desorden y el abandono de la Calzada Tlacotengo son un reflejo del interés de Gerardo Rosales Victoria por beneficiarse económicamente sobre el bienestar colectivo.
Su gestión deja a Fortín con calles inseguras, comercio informal descontrolado y una administración marcada por la impunidad, demostró que su legado será el de un gobierno corrupto que privilegió el lucro personal.
