De la Redacción
El Buen Tono
Fortín.- Mientras el alcalde, Gerardo Rosales Victoria, presumía “avance” y “desarrollo”, convertían al río Metlac en un drenaje a cielo abierto ante su complacencia e incapacidad y flojera de la Dirección de Ecología.
Ciudadanos denunciaron en repetidas ocasiones descargas clandestinas de aguas negras durante la madrugada, una práctica deliberada para ocultar la contaminación, ya que al mediodía el cauce aparenta normalidad. Sin embargo, por las mañanas el río presenta olor fétido, color oscuro y espuma, en condiciones similares al contaminado Río Blanco.
Las quejas nunca fueron atendidas. No hubo inspecciones o sanciones, pese a que la contaminación se volvió cada vez más evidente.
Lejos de corregir el problema, la administración municipal agravó el daño ambiental al permitir que drenajes de nuevos fraccionamientos fueran conectados directamente a arroyos y afluentes del Metlac, sin control ni planeación.
A esto se suman los señalamientos contra granjas avícolas y porcícolas, particularmente en la colonia San José, como posibles responsables de las descargas, aunque a ninguna multaron.
De acuerdo con los denunciantes, los responsables del daño ambiental mantuvieron acuerdos y protección política de Rosales Victoria.
Pese a la presentación de denuncias formales, el ayuntamiento nunca emitió oficios, resoluciones ni acciones correctivas, confirmando que la política ambiental en Fortín existió sólo en el discurso, mientras el daño ecológico avanzaba.


