AGENCIA
Moscú/Estambul.- La tensión internacional continúa en aumento tras los recientes ataques de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes. Este domingo, el gobierno de Rusia condenó enérgicamente los bombardeos, calificándolos como “un acto irresponsable” contra un Estado soberano y una violación grave del Derecho Internacional.
A través de un comunicado, el Ministerio de Exteriores ruso señaló que la agresión militar estadounidense constituye una transgresión directa de la Carta de las Naciones Unidas y de las resoluciones del propio Consejo de Seguridad, del cual Estados Unidos es miembro permanente.
“La irresponsable decisión de someter el territorio de un Estado soberano a ataques con misiles y bombas, independientemente de los argumentos utilizados, viola gravemente el derecho internacional”, expresó Moscú, al advertir sobre una posible “peligrosa escalada” que podría desestabilizar aún más la ya frágil seguridad en Medio Oriente.
Rusia también mostró preocupación por el impacto que estos hechos podrían tener sobre el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y sobre el sistema internacional de vigilancia atómica. En ese sentido, instó al director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, a emitir un informe “objetivo, sin evasivas ni equidistancias políticas”.
“El Consejo de Seguridad debe reaccionar de forma colectiva y rechazar las acciones de confrontación de Estados Unidos e Israel”, agregó la cancillería rusa, mientras pidió redoblar esfuerzos para llevar la crisis de vuelta a la vía diplomática.
Por su parte, el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, acusó a Estados Unidos de “traicionar la diplomacia” y “cruzar todas las líneas rojas” con el ataque a las instalaciones nucleares de Isfahán, Natanz y Fordó. Desde Estambul, Araqchí confirmó que viajará a Moscú para reunirse con el presidente Vladimir Putin y coordinar una respuesta conjunta.
“Estábamos negociando con Estados Unidos y Europa cuando decidieron dinamitarlas con bombas”, denunció el funcionario, al tiempo que aseguró que Irán se reserva el derecho de responder “con todas las opciones sobre la mesa”.
Araqchí también cuestionó duramente al OIEA por su “parcialidad” a favor de Occidente y advirtió que el bombardeo no solo fue contra Irán, sino “contra la Carta de Naciones Unidas y el imperio de la ley”.
En medio de este escenario, Irán solicitó formalmente al Consejo de Seguridad de la ONU una sesión de emergencia para condenar lo que consideró un “acto criminal de agresión” por parte de Estados Unidos.
Las consecuencias del ataque aún están en evaluación, pero tanto Moscú como Teherán coinciden en que se ha dado un golpe severo a los cimientos del orden internacional y la credibilidad de los organismos multilaterales encargados de preservar la paz y la seguridad global.
