


Tinta Ácida
El Buen Tono
Córdoba.- María Fernanda fue apuñalada 17 veces por Juan N, el padre del bebé que espera. Iba camino a casa cuando él la atacó por la espalda en una calle solitaria. Tenía 29 semanas de embarazo y, pese a la gravedad de las heridas, el feto presenta signos vitales. A pesar de la brutal agresión y de que Juan reconoció haber cometido el crimen, apenas fue detenido este 01 de agosto, confirmaron fuentes cercanas al caso. María decidió contar su historia no sólo para exigir justicia, sino para hablar por tantas mujeres que viven situaciones similares en silencio.
Contó que conoció a Juan en el trabajo. Aunque él tenía pareja, la buscó insistentemente hasta convencerla de iniciar una relación casual. Cuando quedó embarazada, él intentó presionarla para abortar. Ella decidió continuar con su embarazo. Él renunció a su empleo y desapareció sin darle explicación. Durante meses, ella vivió sin noticias suyas, sin imaginar que volvería a verlo en circunstancias tan violentas.
El reencuentro fue un intento de asesinato. Juan la emboscó con un cuchillo y, mientras la atacaba, ella cubrió su vientre con el cuerpo. Las heridas más graves las recibió en el brazo derecho, con el que protegió a su bebé. Aún herida y sangrando, logró caminar tres cuadras para pedir ayuda. Juan huyó sin importarle si ella o su hijo vivirían. Su ausencia fue tan brutal como el ataque mismo. La indignación creció no sólo por la violencia del caso, sino por la actitud de personas cercanas a él, que trataron de justificarlo diciendo que actuó “por desesperación”. María Fernanda alzó la voz y recordó que ni ella ni su hijo pudieron defenderse. Aún vive las secuelas del ataque. Por su embarazo, no puede tomar medicamentos para el dolor. El proceso de recuperación ha sido solitario, largo y profundamente doloroso.
María sabe que su historia no es aislada. Muchas mujeres han vivido lo mismo y han quedado en el olvido. Por eso pide que no se olvide el rostro de su agresor y que su caso no se minimice. “Hoy fui yo, mañana puede ser cualquiera”, escribió al compartir su testimonio. No quiere venganza, quiere justicia. Por ella, por su hijo, por las que ya no pueden contar lo que vivieron.


