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Samara Martínez: La voz que lucha por el derecho a m0rir con dignidad en México

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AGENCIA

Dominga.- De las pantallas en Chihuahua a los foros del Senado y la Cámara de Diputados, Samara Martínez Montaño ha convertido su historia personal en un movimiento nacional por la legalización de la eutanasia. Enferma renal en etapa terminal, esta periodista de 30 años impulsa la iniciativa ciudadana Ley Trasciende, que busca reconocer el derecho a una muerte digna para los pacientes terminales y eliminar las sanciones a quienes los auxilien.

El pasado 28 de octubre, frente a legisladores en el Senado, lanzó una frase que conmovió y provocó a los asistentes: “¡Que levante la mano quien no se va a morir!”. Ese mismo día, entregó más de 130 mil firmas de apoyo reunidas en la plataforma change.org, consolidando uno de los movimientos ciudadanos más significativos en favor de la eutanasia activa en México.

La propuesta de Samara pretende ir más allá de la Ley de Voluntad Anticipada -vigente desde 2019- al permitir que los médicos administren fármacos que garanticen una muerte sin dolor y con acompañamiento familiar. Su meta es modificar la Ley General de Salud, que hoy prohíbe la eutanasia y castiga con hasta 12 años de prisión a quien ayude a morir, considerada un “homicidio por piedad”.

Durante los últimos meses, Samara ha recorrido universidades y foros públicos, llenando auditorios en la UNAM y en el Congreso, donde pacientes, estudiantes y ciudadanos la han acompañado y agradecido por dar voz a quienes sufren enfermedades terminales sin esperanza de recuperación.

En redes sociales, su causa ha despertado tanto apoyo como rechazo. Miles de personas la respaldan como símbolo de autonomía y valentía, mientras que otros critican su postura y la acusan de promover la muerte. Aun así, ella mantiene firme su mensaje: “Si no soy yo quien luche por esto, me voy a morir esperando que alguien más lo haga.”

El debate sobre el “bien morir” lleva más de dos décadas en el país. Desde el primer foro sobre derechos de enfermos terminales celebrado en 2002, el tema ha estado presente, pero sin avances legales sustanciales. Ahora, la historia de Samara podría marcar un antes y un después en la discusión sobre la eutanasia activa en México.

Entre los aplausos y las controversias, la joven chihuahuense continúa su recorrido por el país, acompañada de su madre, Luz Arcelia Montaño, quien resume con orgullo su lucha: “Esa mujer que ves ahí no se hizo ayer; tiene 30 años de recorrido y una gran historia. Su perseverancia la ha traído hasta aquí.”

Con voz firme, Samara insiste en su propósito: abrir el debate, mover conciencias y lograr que cada persona tenga el derecho a decidir cómo despedirse de la vida, con libertad, paz y dignidad.

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