Lo buscaron durante años, por todo Michoacán y hasta en cuevas. En ocasiones, los datos que se recababan obligaban a catear viviendas, edificios y hasta escuelas. Se dijo una ocasión que estaba en una casa ubicada a media cuadra de las oficinas de Seguridad Pública del Estado, y no lo hallaban.
Mientras lo buscaban, “el Profe” subía videos para compartir información de sus relaciones con funcionarios públicos, con alcaldes y alcaldesas, con aspirantes a candidatos, con familiares cercanos a ex gobernadores…
Todo un personaje, que veía de frente a la cámara para explicar que era bueno, que no secuestraba, que no violaba, pero que tampoco permitía que su gente lo hiciera.
Luego lo vimos en una larga e interesante entrevista con un periodista de una cadena de los Estados Unidos. Porque los periodistas sí sabían dónde encontrarlo, y conversaron con él largo y tendido.
Ya en el último documento que subió a las redes sociales, solo por si alguien lo dudaba reconoció que era narcotraficante y hasta explicó por qué, y se lamentaba de haber apoyado y hasta entrenado a quienes luego se separaron de su “familia” para seguir delinquiendo.
Su captura, oportuna en muchos sentidos, vuelve a colocar a México como triunfador en la lucha contra el narcotráfico y la violencia. De inmediato los reconocimientos internacionales comenzaron a llegar, en forma de felicitación al gobierno de Peña Nieto.
Cuando el propio presidente de México felicitó vía Twitter a todas las corporaciones policiacas y de investigación federales, el show ya se desarrollaba allá, en el hangar en donde el gabinete de Seguridad en pleno daba a conocer la noticia a las televisoras nacionales e internacionales. “La Tuta” estaba detenido y fue trasladado al penal.
Otra vez, sin soltar un solo disparo, se detuvo al criminal “más buscado de México”.
A los más peligrosos, los han detenido cuando ya no son un peligro. Al menos, a La Tuta lo detuvieron cuando él mismo los retaba diciendo que ya solo esperaba que lo detuvieran, pues se había fragmentado hasta casi la extinción su poder, su negocio y su ejército de sicarios y seguidores.
Es el mismo atole que nos dieron a probar con otros de los “más buscados”, y otra vez, en un momento oportuno.
Ahora hay que esperar los interesantísimos, largos y complicados procesos judiciales que al final, como con el Chapo, incurrirán en un par de faltas u omisiones. Otro maravilloso campanazo mediático, como Aurelio Collado, catedrático del Tec de Monterrey afirmó en una entrevista; “Qué casualidad la captura de ‘La Tuta’ con la salida de Murillo Karam de la PGR”.
Justo cuando la imagen presidencial está más dañada, nacional e internacionalmente, ocurre este evento, que se presenta extraordinario. Los más aparatosos helicópteros, las más modernas e impresionantes unidades blindadas, los más equipados, altos e impactantes oficiales de la fuerza policial, y todos los minutos necesarios en los principales noticieros televisivos del país.
Nadie nos va a decir que, a estas alturas de la lucha contra el crimen organizado en Michoacán, La Tuta ya no servía a los intereses del gobierno (que es como cualquier otro anterior), por eso la captura cuando estaba el más buscado sin ningún tipo de seguridad, sin resistencia y sin estar armado…
¿Recuerdan a Cara Quintero, La Barbie, García Abrego? Súmenle a La Tuta. Todos parecieran ser piezas que se controlan, se quitan y se ponen dependiendo de la situación, sacrificados como peones para vendernos una jugada en la que parece que podemos aspirar a tener mejor posición social.
¿Qué ha cambiado con las “capturas” de estos líderes del narco? ¿Se nota una baja en los cuerpos que flotan en el río? ¿Hay menos balaceras, menos delincuencia, menos droga en
las calles?
Siempre harán coincidir este tipo de bomberazos mediáticos con situaciones que preocupan y mueven a la sociedad. No se distraigan, nos faltan 42, el dólar sigue en 15 pesos, todos los días hay uno o dos ejecutados (no en Michoacán, aquí en Córdoba), y mientras escribo una nueva balacera en La Alameda produce un muerto, un herido y una nueva historia de terror en las calles de las colonias cordobesas.
Dicen que Peña Nieto estaba dando un discurso en honor a la Cruzada Nacional Contra el Hambre cuando el secretario de Gobernación le habló por teléfono, y que él creyó que eran malas noticias, Minutos después, procedió a agradecer a todas las instituciones de seguridad por la captura de El Profe.
¿ “El Profe”?. Si, porque hasta 2010 Servando Gómez contaba con una plaza de maestro por la que cobraba más de 50 mil pesos sin dar clases, según datos de la misma Secretaría de Educación Pública
Para entonces, según su hermano Luis Felipe Gómez Martínez, La Tuta ya tenía diez años de ser parte de la Familia Michoacana.
Sus videos, ya comentábamos, mostraban al hijo del ex gobernador Fausto Vallejo, así como la esposa de este último, pero también a los presidentes municipales de Lázaro Cárdenas, Pátzcuaro y Huetamo, Arquímides Oseguera Solorio, Salma Karrum Cervantes y Dalia Santana Pineda, respectivamente, a los que el 8 de septiembre les fue dictado auto de formal prisión por sus vínculos con el crimen organizado.
Pero también hay pruebas de los nexos de la Fuerza Rural con el cártel. El 27 de agosto, Luis Antonio Torres González “El Americano” fue llamado a declarar tras la publicación de un video en el que aparece entrevistándose con el capo.
Lo que nos deja en el tintero, es que esta detención tendría que dar mucha más información respecto de la colusión imperante entre el crimen organizado y la política, los políticos que gobiernan municipios, estados y quizá más allá.
Lo que también nos queda claro, es que seguimos los mexicanos comunes con los dedos manchados de atole, el atole mediático que simplemente no resuelve la inseguridad, mucho menos la violencia, y por supuesto, es claro que las mafias solo cambian de nombre, les cambian de mando, les cambian de
canal… y México sigue peor.
