Buenos Aires.- Las tensas relaciones entre Argentina y Venezuela se agravaron ayer viernes por la noche, después de que el presidente argentino, Mauricio Macri, se burló de la agresión que sufrió la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, el pasado miércoles, cuando intentaba ingresar al Palacio San Martín, sede de la Cancillería, acompañada por su colega de Bolivia, David Choquehuanca.
Rodríguez fue golpeada por un policía antimotines que le lastimó el brazo. También fue agredido el canciller boliviano y delegados que los acompañaban, lo que fue repudiado por partidos políticos de la oposición, organizaciones sociales humanitarias y otros, que denunciaron un golpe de Estado en el Mercado Común del Sur (Mercosur) cuando varios países, entre ellos Argentina, suspendieron a Venezuela y desconocieron la Presidencia pro témpore que le correspondía.
El pasado miércoles, la canciller argentina, Susana Malcorra, anunció que su País había asumido la Presidencia rotatoria del Mercosur, en una reunión en la ciudad de Buenos Aires, encuentro al que intentaron ingresar Rodríguez y Choquehuanca.
“Pensé que Malcorra la había golpeado, me preocupaba su violencia”, señaló Macri burlonamente y añadió que “nadie se puede autoinvitar si no lo han convidado”, cuando los periodistas que cubrían su encuentro con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, lo interrogaron sobre
el tema.
“Someter a un pueblo por la fuerza no permitiéndole expresarse, eso es lo más cobarde que uno puede hacer”, respondió Macri al ser consultado sobre las duras críticas lanzadas en su contra por Cabello, desde su programa de televisión “Con el mazo dando”.
El diputado chavista tildó de “cobarde” a Macri por impedir la entrada de Rodríguez a la cumbre del Mercosur. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, fue más lejos, y llamó a Macri “oligarca” y “ladrón”.
Bachelet, sostuvo que ni Venezuela ni Chile son “miembros plenos del Mercosur. Hay una hoja de ruta y todo funciona por unanimidad, mencionó.
