Alejandro Aguilar
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- Con más de 500 accidentes de tránsito en lo que va el año, la Dirección de Tránsito Municipal revela una cruda realidad: Cuenta con apenas 65 agentes viales en su nómina, de los cuales sólo 10 están destinados por turno para vigilar toda la ciudad.
A dos años de la implementación de la Ley de Movilidad, y en tanto las aulas se preparan para recibir a miles de estudiantes, Córdoba, se vuelve aún más crítica con el reinicio de clases, que incrementa de forma exponencial el flujo vehicular y peatonal.
Los números hablan por sí solos y pintan un panorama grave. De acuerdo con un documento oficial publicado en la Gaceta del Estado, durante el año 2022 se registraron 502 accidentes viales en la zona urbana, lo que representó un aumento del 46 por ciento (%) respecto al año anterior. Lejos de mejorar, la situación se ha agravado. El propio Director de Tránsito ha señalado que, sólo en el primer semestre de este año, la cifra de siniestros ronda ya los 500, equiparando en seis meses la totalidad de lo ocurrido en todo un año anterior.
Este fracaso en la política de movilidad y seguridad vial es multifacético. Por un lado, la Ley de Movilidad, que en su momento se promocionó como una solución integral, ha demostrado ser letra muerta, un marco legal sin la capacidad operativa, el presupuesto ni el personal necesario para aplicarse. Por otro, el ayuntamiento anterior optó por acciones de maquillaje, presumiendo el programa “Calles Mágicas”, que se limitó a un balizamiento superficial y fue percibido por la ciudadanía como una burla ante la magnitud del problema de fondo.
