Tania López
El Buen Tono
Córdoba.- A más de 72 horas del cuarto y último informe de labores de Juan Martínez Flores, y con casi 22 días para que concluya su mandato, el desgaste institucional de la administración continúa generando críticas. Manuel Molina Gómez, presidente del Centro de Investigación, Difusión e Implementación sobre Asociaciones Civiles (CIDIAC), afirmó que el gobierno local se despide entre opacidad, censura y servicios en decadencia.
De acuerdo con Molina Gómez, el balance presentado por el edil saliente no corresponde a la situación que enfrenta la población. Sostuvo que el acto oficial se transformó en un ejercicio de autopromoción, sin permitir cuestionamientos ni un análisis serio de los resultados. Además, remarcó que la ausencia de autocrítica fue constante durante todo el periodo, lo que —dijo— confirma una gestión incapaz de asumir responsabilidades.
Asimismo, expuso que existen proyectos reportados como concluidos que, en realidad, permanecen inconclusos. Por ello, señaló que la contraloría social es fundamental para impedir simulaciones y exigir claridad en cada obra. En este contexto, advirtió que la ciudad enfrenta un desorden generalizado, especialmente en materia de seguridad vial, consecuencia de que Enrique Morales Tolentino se mantuvo en el cargo pese a sus fallas constantes, protegido por el cabildo.
Finalmente, Molina Gómez recordó que recientemente hizo un llamado a pasar “de la desobediencia a la resistencia”, al señalar que en Córdoba continúan decisiones arbitrarias y omisiones graves.
Asimismo, consideró criminal el incumplimiento del deber legal por parte de los regidores de Comercio, Tránsito y Policía, responsabilidades que —subrayó— deberán ser perseguidas por el alcalde electo y líder del Cártel inmobiliario Manuel Alonso Cerezo.
