El juicio federal contra el productor musical y empresario Sean Combs llegó a su fin este miércoles con un veredicto mixto que sacudió al mundo del espectáculo. Aunque fue absuelto de los cargos más graves —asociación delictuosa y tráfico sexual—, Combs fue declarado culpable por transportar personas con fines de prostitución, relacionados con presuntos encuentros sexuales acompañados de consumo de drogas.
El artista, conocido por sus éxitos musicales y su rol como figura influyente del hip-hop, permanece detenido en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, luego de que el juez Arun Subramanian denegara la solicitud de libertad bajo fianza. La defensa había ofrecido un millón de dólares y restricciones estrictas de viaje, pero el juez citó los propios argumentos de los abogados, reconociendo antecedentes de violencia doméstica.
La sentencia aún no tiene fecha confirmada, aunque se propone que se lleve a cabo en octubre. Combs podría enfrentar hasta 20 años de prisión, ya que cada cargo bajo la Ley Mann contempla una pena máxima de 10 años. No obstante, el juez tiene la discreción de reducir esa condena, especialmente considerando que Combs no obtuvo beneficios económicos directos de los encuentros sexuales organizados.
El juicio estuvo marcado por la polémica, ya que además de los cargos penales, Combs enfrenta más de una docena de demandas civiles por agresión sexual, muchas de ellas derivadas tras la explosiva denuncia de la cantante Cassie en 2023, que terminó en un acuerdo millonario.
Mientras tanto, Donald Trump podría tener la última palabra. Aunque el expresidente no se ha pronunciado oficialmente, ha dejado abierta la puerta a estudiar el caso. Cabe recordar que en su primer mandato, Trump indultó a varias figuras del rap, incluyendo a Lil Wayne, Kodak Black y Desiree Perez.
El caso de Sean Combs ha reabierto un debate sobre los límites del poder, la cultura de la celebridad y la justicia, especialmente en una industria marcada por el silencio frente a décadas de abusos.
Por ahora, Combs sigue a la espera, tras las rejas, mientras su equipo legal prepara los siguientes pasos en lo que podría ser uno de los capítulos más oscuros de su carrera.
