Agencias
México.- El coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández, confirmó este jueves que no atenderá a los líderes del movimiento campesino que se manifiesta contra la reforma de la Ley de Aguas hasta que la minuta sea aprobada en su totalidad en la cámara alta. El legislador aseguró que las modificaciones realizadas por la Cámara de Diputados, que incluyen 50 ajustes al proyecto original, ya contemplan varias de las demandas del sector agrícola, como la reincorporación de derechos de sucesión y mayor claridad en la transmisión de derechos sobre concesiones de agua.
En entrevista desde el recinto legislativo de Reforma, López Hernández sostuvo que la aprobación se llevará a cabo este jueves y que las reformas reflejan un proceso que incluyó consultas y foros, aunque insistió en que las movilizaciones de campesinos están influenciadas por intereses políticos y económicos. El senador señaló al exdirector de Conagua, José Luis Luege Tamargo, como uno de los actores con concesiones que podrían verse afectadas con la nueva legislación, y denunció que antiguos funcionarios han buscado favorecer sus propios intereses a través de concesiones de agua en diversos estados.
López Hernández reiteró que la reforma garantiza la sucesión de derechos de agua y que no se despojará a los propietarios legítimos ni a las comunidades agrícolas de sus recursos. Según explicó, la minuta del Senado mantiene un binomio entre tierra y agua, asegurando que ambos se hereden de manera conjunta, y que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) solo expide títulos de manera administrativa y transparente.
La aprobación de la Ley General de Aguas ha generado fuertes protestas en distintos estados, con bloqueos carreteros en Zacatecas, Puebla, Veracruz, Tlaxcala, Chihuahua, Aguascalientes, Jalisco y Nuevo León. Los líderes campesinos exigen que se detenga la discusión y que se establezcan mesas de diálogo antes de cualquier votación, mientras que Morena mantiene que la reforma ya contempla los puntos esenciales de sus demandas.
Con esta aprobación, el Senado busca dar certeza jurídica sobre el uso, transmisión y herencia de derechos de agua, al tiempo que se fortalece la supervisión del recurso hídrico y se regula el uso de concesiones, en medio de un clima de tensión política y social que promete mantenerse durante los próximos días.
