


Alejandro Aguilar
El Buen Tono
Córdoba.- Por segundo día consecutivo, la primaria Ignacio Zaragoza, ubicada en la comunidad de San Matías Los Mangos, permanece sin clases, con sus instalaciones tomadas por padres de familia en un conflicto que, lejos de resolverse, se enreda en acusaciones cada vez más graves y profundiza una crisis institucional.
El conflicto tiene consecuencias tangibles e inmediatas. Gerardo Juárez Rosas, subagente municipal de la comunidad, confirmó una preocupante tendencia: la matrícula escolar se reduce día con día. “Se está quedando sin estudiantes propios de la comunidad”, afirmó, explicando que las familias están optando por inscribir a sus hijos en escuelas de comunidades cercanas o colonias urbanas.
Esta fuga de alumnos no es un fenómeno aislado, sino el resultado acumulado de problemas que, según se desprende de la historia reciente del plantel, se han venido gestando desde años pasados.
La protesta actual trasciende la acusación inicial de desvío de recursos.
Madres de familia han elevado el tono de sus reclamos, señalando a la directora por actos de acoso y maltrato específicamente contra estudiantes con necesidades educativas especiales.
Según las versiones de las inconformes, en la escuela se han diagnosticado al menos cinco niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), y la gestión de la directora ha dificultado sistemáticamente el trabajo del equipo de USAER (Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular), dejando de lado las necesidades de este tipo de alumnos.
Esta situación ha forzado a varias madres a retirar a sus hijos del plantel, argumentando un ambiente hostil y de discriminación.
Mientras el plantel permanece cerrado, la controversia escaló este día con la aparición de un nuevo elemento. Un grupo de docentes del centro escolar, apoyado por personas ajenas a la comunidad educativa, ha circulado un pliego petitorio en el que exigen la inmediata reanudación de clases, argumentando que el derecho a la educación de los niños está siendo vulnerado por el conflicto.
Esta petición introduce una fractura adicional en el tejido social de San Matías Los Mangos, enfrentando el derecho a la protesta y a demandar condiciones adecuadas con el derecho fundamental a la educación.

