AGENCIA
Jalisco.- Magdalena Pérez López fue sepultada este miércoles 5 de noviembre, 11 años después de su desaparición. Durante más de una década, su cuerpo permaneció sin identificar en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de Jalisco, sin que las autoridades lograran vincularlo con su expediente de búsqueda.
El fiscal estatal, Salvador González, justificó el largo periodo en el que el cuerpo estuvo bajo resguardo forense, argumentando que las técnicas de identificación genética en aquel entonces no estaban tan desarrolladas como en la actualidad. “En aquel entonces las técnicas de ADN no estaban tan mejoradas como en estos años”, declaró el funcionario.
De acuerdo con González, la identificación de Magdalena se concretó después de realizar nuevamente pruebas de ADN, en las que se obtuvieron coincidencias con las muestras de sus familiares.
El proceso de identificación resultó complejo debido a que el cuerpo de la víctima fue hallado calcinado, lo que dificultó los análisis. Además, la mujer fue reportada oficialmente como desaparecida dos años después de su muerte, en 2016, lo que retrasó aún más las diligencias.
Magdalena Pérez López desapareció el 28 de septiembre de 2014 y, según las investigaciones, habría fallecido tres meses después. Sin embargo, su familia pasó 11 años buscándola sin saber que su cuerpo permanecía en el Semefo durante todo ese tiempo.
“Mucho coraje e impotencia de saber que mi mamá iba cada 15 días, cada semana, y no le daban respuesta”, expresó Belén, hermana de Magdalena.
El caso ha generado indignación entre colectivos de búsqueda y familias de personas desaparecidas, quienes reclaman a las autoridades una revisión profunda de los protocolos de identificación forense, pues señalan que cientos de cuerpos sin nombre permanecen aún en los servicios forenses del país sin que se haya notificado a sus familiares.


