AGENCIA
Nacional.- Luego de los diversos escándalos que en los últimos meses han rodeado a los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador, en particular a “Andy” López Beltrán, la presidenta Claudia Sheinbaum habría lanzado un mensaje directo para que actúen de manera adecuada y eviten generar más controversias.
De acuerdo con la columna del periodista Mario Maldonado en El Universal, la mandataria fue clara al marcar una línea entre la lealtad política hacia el fundador de la Cuarta Transformación y la necesidad de que su administración se deslinde de excesos o privilegios familiares. “Con su padre, respeto y lealtad incondicional, pero ustedes tienen que cuidarse y actuar correctamente. El gobierno y el movimiento no van a hacerse cargo”, habría sido el mensaje que Sheinbaum dirigió a los hijos de AMLO, según fuentes consultadas por Maldonado.
Este mensaje, interpretado como una advertencia, llega en un contexto en el que los tres hijos del exmandatario han sido señalados en investigaciones periodísticas por casos de corrupción, tráfico de influencias y presunto enriquecimiento ilícito.
‘Andy’ López Beltrán, el más polémico
El hijo mayor, Andrés Manuel López Beltrán, conocido como “Andy”, ha sido considerado el más incómodo para el gobierno de Sheinbaum. Actualmente ocupa el cargo de secretario de Organización de Morena y ha sido señalado como un operador político y intermediario de empresarios en sectores como medicamentos, construcción y espectáculos.
En los últimos meses, ha enfrentado varias polémicas. Una investigación reveló que gastó casi medio millón de pesos en la adquisición de una obra de arte de Yayoi Kusama, importada desde Japón, además de haber vacacionado en hoteles de lujo en Tokio y Seattle con gastos que superaron los 170 mil pesos. Otros reportajes lo vinculan con una supuesta red de “huachicol fiscal” que operó en Pemex durante el sexenio de su padre, generando pérdidas estimadas en 55 mil millones de dólares.
Asimismo, Código Magenta documentó que una empresa ligada a un primo de Daniel Asaf, cercano a López Beltrán, obtuvo un contrato de 15 mil millones de pesos en Pemex por asignación directa, lo que se interpretó como un caso de tráfico de influencias. Gonzalo López Beltrán, considerado el más cercano a su padre, actúa como enlace político con figuras como Lázaro Cárdenas Batel y Alejandro Esquer y sería vigilado con cautela desde círculos cercanos a Sheinbaum.
Por su parte, José Ramón López Beltrán, recordado por el escándalo de la “casa gris” en Houston, recientemente regresó a México tras años en Estados Unidos. Según Maldonado, está próximo a casarse en una ceremonia en el sureste del país.
Un mensaje para consolidar autoridad y distanciarse de privilegios
El mensaje de Claudia Sheinbaum no solo busca marcar distancia con los hijos de AMLO, sino también enviar una señal interna y externa: Los tiempos del blindaje familiar se han acabado. La presidenta busca consolidar su autoridad sin fracturar la unidad del movimiento, pero también dejando claro que no tolerará excesos, conflictos de interés ni privilegios heredados del sexenio pasado.
Según Maldonado, la mandataria entiende que su gobierno no puede repetir los costos políticos que enfrentó su antecesor. Antes de dejar la presidencia, AMLO intentó deslindarse públicamente de las acciones de sus hijos, afirmando en septiembre de 2024: “No hay derecho de que nadie quiera apropiarse de lo que hice, es de todos. Lo que contribuí a la transformación, no pertenece a mis hijos, cada quien tiene que forjarse su propio destino y así lo entienden ellos, porque no se heredan, en política, los genes; es la conducta, la actitud, el trabajo y el amor al pueblo.”
Los escándalos en los que se han visto envueltos Andy, Gonzalo y José Ramón los han convertido en símbolos de contradicción entre el discurso de austeridad y la práctica del poder, lo que obliga a la actual administración a tomar distancia y reforzar su liderazgo.
Un momento clave en la estrategia política de Sheinbaum
El supuesto aviso de la mandataria coincide con un momento en que busca consolidar su liderazgo sin desatar un quiebre con AMLO, a quien todavía considera un aliado estratégico. Sin embargo, su postura refleja la intención de dejar claro que su gobierno no tolerará excesos ni privilegios, enviando también un mensaje a las redes de poder que se consolidaron durante el sexenio pasado.
