

Este jueves 26 de junio, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, fijó su postura frente a las sanciones emitidas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra tres instituciones financieras mexicanas, señaladas por presunto lavado de dinero. Con firmeza, la mandataria aseguró que “no hay pruebas, solo dichos”, y enfatizó que en México no hay impunidad, pero tampoco persecuciones sin sustento legal.
De acuerdo con Sheinbaum, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a través de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), ya llevó a cabo las investigaciones pertinentes. Los hallazgos apuntan a faltas administrativas, más no a actos de lavado de dinero.
Además, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) continúa indagando sobre las empresas chinas vinculadas, las cuales mantienen relaciones comerciales activas con más de 300 firmas mexicanas. Hasta ahora, no se ha identificado ninguna actividad ilegal en esas transacciones.
“Si hay pruebas, se actúa. No hay impunidad, no importa quién sea, pero si no hay pruebas no se puede actuar”, sentenció Sheinbaum. “El Departamento del Tesoro no ha enviado ninguna prueba que indique que hay lavado de dinero.”
La presidenta destacó que las transferencias entre empresas chinas y mexicanas forman parte del flujo comercial normal, en un contexto donde el intercambio entre ambas naciones superó los 139 mil millones de dólares en 2024.
Finalmente, Sheinbaum dejó en claro que México no acepta subordinación internacional:
“Somos un país libre, soberano e independiente. Nos coordinamos, colaboramos, pero no nos subordinamos. La relación con Estados Unidos es de iguales.”
En un momento delicado para las relaciones financieras y diplomáticas, la postura de la presidenta busca defender la integridad de las instituciones mexicanas, al tiempo que reafirma el principio de soberanía nacional frente a acusaciones sin evidencia concreta.
