De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- Entre 2024 y 2025, las autoridades municipales registraron 471 casos de agresiones y abandono de mascotas. Sin embargo, detrás de estas cifras hay un patrón preocupante: la impunidad de la administración de Juan Martínez Flores.
En Córdoba el maltrato animal no sólo persiste, sino que se extiende como una sombra por sus colonias, pueblos y zonas rurales. Según datos oficiales obtenidos mediante una solicitud de acceso a la información, de las denuncias, sólo 236 terminaron en apercibimientos y 52 en multas, lo que revela que menos del 12% de los casos derivaron en sanciones efectivas.
Los reportes abarcan más de 80 localidades, desde el centro histórico hasta comunidades como Toxpan, San Miguelito o la Zona Industrial. Barrios emblemáticos como Berlín, Flores Magón o Praderas de San Miguelito aparecen en la lista, evidenciando que ninguna área está exenta. Aunque el gobierno municipal destaca estrategias como brigadas veterinarias gratuitas y talleres en escuelas para promover la tenencia responsable, los resultados son cuestionables. En 2024, se realizaron 62 jornadas de esterilización con 383 atenciones, un número bajo si se considera la población animal en riesgo. Además, las pláticas sobre bienestar animal, aunque necesarias, no han logrado frenar el incremento de denuncias.
La administración del alcalde Juan Martínez Flores ha sido señalada por colectivos animalistas por priorizar la imagen sobre soluciones estructurales. Pese a que el documento oficial menciona que el departamento de Tesorería aplicó apenas 14 multas, no hay claridad sobre el destino de esos fondos o si se reinvierten en políticas públicas contra el maltrato. Tampoco existe un registro transparente de cómo se fiscalizan las sanciones o si los infractores reinciden.
Mientras los ciudadanos exigen leyes más duras y campañas de concientización masivas, la realidad es que Córdoba sigue sin un plan integral para proteger a los animales.
