Orizaba.- A partir de hoy, la Iglesia que peregrina en la Diócesis de Orizaba, sólo tiene que esperar dos meses para tener la presencia física de su tercer obispo, don Eduardo Cervantes Merino.
Los seis decanatos se reúnen esta semana con el obispo electo y será para tomar detalles de la Consagración Episcopal que tendrá lugar en esta ciudad el próximo 23 de abril.
Una vez que se de este encuentro, será más evidente la actividad que se desarrolle a nivel de la Diócesis como preparativos, hay que recordar que a partir de hoy faltarían exactamente dos meses para el día en que Orizaba, como ciudad sede de la Diócesis, vuelva a vivir una Ordenación Episcopal como aquella que ocurrió en el año 2000.
Al respecto el vocero de la Diócesis, padre Helkyn Enríquez Báez, recordó que cada comisión de los decanos tiene distintas subdivisiones por lo que es un hecho que todos los sacerdotes se irán sumando para coordinar el quehacer de las parroquias y rectorías.
Ya con las comisiones de los seis decanos y el quehacer que van solicitando a otros sacerdotes, se estima que serían 20 o más los presbíteros que se van sumando; sin embargo, todos ellos, laicos y religiosas van a participar.
La Ordenación Episcopal es un hecho que motiva mucho a los fieles porque es ungido un Obispo que se quedará entre ellos.
En la historia de la Diócesis de Orizaba, a lo largo de 15 años, ha sido ordenado un obispo, y fue el 13 de junio de 2000 cuando el arzobispo de Xalapa, Sergio Obeso Rivera llegó a la edad de 75 años y renunció voluntariamente en cumplimiento del Derecho Canónico.
El segundo obispo de Orizaba, monseñor Marcelino Hernández Rodríguez, llegó a la Diócesis ya con ese cargo.
Matilde De los Santos
El Buen Tono
