Córdoba.- El primer cuadro de la ciudad carece de la infraestructura necesaria para la población con capacidades diferentes, y a pesar de que más del 10 por ciento de los veracruzanos padece alguna discapacidad la nula atención de las autoridades provoca un daño mayor en los interesados.
En un ejercicio periodístico realizado por EL BUEN TONO, quedó al descubierto la falta de cultura vial de los automovilistas, así como de políticas públicas que doten de rampas y faciliten accesos a los que utilizan silla de ruedas o quienes padecen alguna discapacidad motriz.
Ponerse en los zapatos de otra persona es difícil, a propósito de la Cuaresma podemos decir que es un Viacrucis el transitar en silla de ruedas por el Centro Histórico de Córdoba.
Aunado a ello, el elevador para discapacitados en el palacio municipal no sirve, accionamos el botón y sí bajó, pero nunca subió, para colmo, ningún funcionario de Atención Ciudadana está al pendiente de quienes lo utilizan.
Asimismo, la mayoría de los comercios carece de rampas de acceso, los estacionamientos son grave peligro para discapacitados por la falta de medidas de seguridad, sin embargo, algunos ciudadanos sí se solidarizan, pero la mayoría vive indiferente ante las personas en esa condición.
LUIS MIGUEL LÓPEZ-MENA
EL BUEN TONO
