Córdoba.- El Obispo de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, aseguró que ni él, ni alguno de sus homólogos o presbíteros conocen la ubicación de alguna cueva o fosa. Por el contrario, indicó que es precisamente Solalinde quien a declarado ante los medios conocer la ubicación de fosas, aunque se ha negado a indicar el lugar. “Para que el Gobierno no limpie las evidencias. Esta era la justificación que daba para no relevar lugar, que al parecer aún no ha denunciado la ubicación. Quizás el tenga razones validas para no hacerlo, sea por no exponer la vida de otras personas o no tiene confianza en las autoridades”, dijo Patiño Leal.
Recordó que fue en la reunión de los obispos de provincia el 21 de junio de 2011 en el Puerto de Veracruz en la que participó Alejandro Solalinde. Precisó que fue durante este encuentro, que compartió “una siniestra leyenda” de los gatilleros “Tomasín” y “Gargallo” a los que entre los años 80 y 90 se les atribuían asesinatos acumulando cadáveres en pozos de agua, por lo que no sería raro que “los narcodelincuentes o sicarios estuvieran haciendo algo parecido”, pero nunca se refirió a algún sitio donde se encontraran restos.
que denuncie dice el Obispo de Orizaba Por su lado, el obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, declaró que si el cura Alejandro Solalinde tiene los elementos para sustentar sus acusaciones contra los obispos y prelados de la región, en particular contra Patiño Leal, que denuncie.
Cervantes Merino señaló que las afirmaciones, las hace desde lejos “es ver, oír y opinar sin fundamento, entonces me parece que es atrevida la afirmación sobre todo en la generalización de acusar a los obispos que sabíamos y que callamos”.
Pero apuntó que si el presbítero tiene los elementos suficientes, tendría que hacer la denuncia correspondiente. Sin embargo, dijo que “a quien le rendimos cuentas es a Dios y a estas personas que sufren por la desaparición de un ser querido”.
El Presbítero añadió que en su momento se han efectuado los rosarios por los desaparecidos, pero también hay criptas dedicadas a estos en las Iglesias de Nuestro Señor del Calvario y Nuestra Señora del Carmen.
