Córdoba.- Desde hace 23 años, un hombre se dedica a rescatar perros callejeros para resguardarlos, alimentarlos y cuidarlos, dándoles un trato digno, como si fueran personas.
De día o de noche, con lluvia o con Sol, sano o enfermo, José Luis Rosendo Pérez Martínez, mejor conocido como Don Chocolate, ha dedicado parte de su vida a estos animales.
El albergue Mascotitas de Don Chocolate, se encuentra en la avenida 21, número 1405, entre calles 41 y 43, de la colonia Paraíso, donde por el momento son atendidos 38 perros, los cuales se encuentran en condiciones aceptables de salud, ya que cuentan con la asistencia de dos médicos.
“Me ayudan los doctores Arturo Buendía y Héctor Espinosa, este último es el que hace operaciones, ellos son los que me ayudan en la atención de las mascotas, incluso el doctor Buendía hasta me da medicamentos”, narra el hombre, un tanto desgastado
Pero “lo que se requiere es alimento, por eso hemos pedido la colaboracion de las personas, pero ha sido poca la respuesta”, precisó el dueño del albergue.
Por eso, ha solicitado el apoyo de una compañía de alimento para mascotas, misma que hace donaciones al Ayuntamiento, para que sea tomado en cuenta y reciba el beneficio para sus incondicionales canes.
El pasado 18 de junio, Don Chocolate cumplió 23 años cuidando a los perros de todos colores, razas y tamaños, la mayoría retirados de parques y mercados, donde proliferaban en busca de alimentos.
NO LOS DEJA
Tener a su esposa grave, internada en el Hospital General Córdoba, no le ha impedido al hombre estar al frente de la población canina, dice.
“La verdad requiero ayuda, porque ahorita tengo a mi esposa enferma, vengo del hospital donde está internada y tengo que conseguir unas medicinas, aquí traigo los papeles mire”, dice convincente a varias personas.
Para el cuidado de los perros se necesitan varias cosas, agrega, pero ahorita lo que más urge es alimento “porque no tengo comida para darles”. Detalla que “tengo un grupo de jóvenes que son los que me llevan los perros, me han llevado del parque 21 de Mayo, del de San José, San Miguel y también del mercado”. También hay, añade, “gente que me va a dejar sus perros porque ya no los quiere, algunos ni me avisan nada, solamente van y los dejan amarrados ahí, en la entrada, yo con gusto los recibo, los atiendo y les doy mi cariño”.
