 
     
 
 
De la Redacción
El Buen Tono
Fortín.- La tala clandestina en la barranca de San Miguel, considerada área natural protegida, va en aumento sin que el alcalde, Gerardo Rosales Victoria, haga algo por detenerla.
Vecinos y ambientalistas denunciaron que el saqueo de árboles es cada vez más evidente, mientras el ayuntamiento permanece omiso, lo que claramente es corrupción.
Reportaron que cada semana se escuchan motosierras en la zona, sin que exista vigilancia ni sanciones para los responsables.
Lo más grave, manifestaron los habitantes, es que el gobierno municipal justifica la devastación bajo el pretexto de “apoyar a productores de chayote”, permitiendo la destrucción de uno de los pulmones ecológicos más importantes del municipio.
La omisión y holgazanería de la autoridad local ponen en riesgo la biodiversidad y la estabilidad del ecosistema.
Rosales Victoria deja en claro que en Fortín el interés ambiental fue sustituido por la corrupción.
 
 
 
 
					 
				

