


AGENCIA
Las Vegas.- El boxeo mundial vivió una de sus noches más memorables tras la victoria de Terence Crawford sobre Saúl “Canelo” Álvarez, en un combate que definió el rumbo de la categoría supermediana. El estadounidense se impuso por decisión unánime y se convirtió en el nuevo monarca absoluto al despojar al mexicano de los cuatro títulos mundiales.
Al término de la contienda, Crawford posó ante la prensa con los cinturones que lo acreditan como campeón, pero inmediatamente se acercó al “Canelo” para regresárselos. El gesto fue interpretado como un acto de respeto y humildad, lo que generó aplausos entre los presentes.
Cabe recordar que este procedimiento es habitual en el pugilismo profesional: los cinturones que se presentan en el ring pertenecen al campeón reinante, en este caso Álvarez, quien los recupera pese a la derrota. Posteriormente, los organismos internacionales entregarán a Crawford sus propios fajines.
Con esta derrota, Saúl Álvarez perdió los títulos del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
La escena final dejó una imagen de deportividad: “Canelo” se levantó, recibió de regreso las fajas y selló el momento con un apretón de manos con su rival, en un gesto que mostró que el respeto está por encima del resultado.

