

De la Redacción
El Buen Tono
FORTÍN.- El alcalde Gerardo Rosales Victoria acumula un sospechoso patrimonio inmobiliario que involucra directamente a su esposa y su hijo. Desde 2021, año en que asumió la presidencia, ha escriturado múltiples propiedades a nombre de su familia, convirtiéndose, en los hechos, en uno de los nuevos “terratenientes” de Fortín.
Documentos oficiales en poder de El Buen Tono revelan que al menos 13 propiedades han sido escrituradas a nombre de Olga Juárez Rodríguez, titular del DIF municipal, y Ariel Gerardo Rosales Juárez, su hijo. Estos inmuebles se ubican en varias partes del municipio y representan un crecimiento patrimonial injustificable para una familia que, al inicio de la administración, no figuraba como propietaria de bienes inmuebles relevantes.
Uno de los casos más notables es el de un terreno en el Rancho San Hipólito, en la congregación Tlacotengo. Según consta en la escritura pública número 33,720, fechada el 18 de septiembre de 2023 y formalizada ante la Notaría No. 7 de Córdoba, Olga Juárez figura como titular del usufructo vitalicio, mientras que su hijo aparece como propietario. El predio, originalmente de 873 metros cuadrados, fue posteriormente “aclarado” por Catastro Municipal, aumentando su superficie a 2,125 metros cuadrados. La modificación fue inscrita el 22 de noviembre de 2023 y ha generado fuertes sospechas por su carácter irregular.
Otro terreno fue adquirido en 2022, en el camino a Villa Unión, con una superficie de 1,957 metros cuadrados, y también quedó inscrito a nombre del hijo y la esposa del presidente. Esta operación fue registrada ante la Notaría No. 19 de Fortín, con el número 1,594 en el Registro Público.
Todas estas maniobras patrimoniales han sido posibles con la complicidad de funcionarios municipales, entre ellos el director de Catastro, David Herrera, y el tesorero, José Alfredo Jiménez, quienes han facilitado trámites y validaciones administrativas que beneficiaron a la familia del alcalde.
