De la redacción
El Buen Tono
Ciudad de México.– El exgobernador de Tabasco y actual coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López Hernández, enfrenta una creciente crisis de credibilidad tras ser señalado por múltiples escándalos que lo colocan en el centro de una red de presuntos desvíos de recursos y vínculos con el crimen organizado.
El senador tabasqueño fue acusado en la tribuna del Senado por el legislador Germán Martínez, de Movimiento Ciudadano, de ocultar 79 millones de pesos en su declaración patrimonial. Hasta el momento, López Hernández no ha ofrecido una explicación convincente sobre el origen de estos recursos.
A la par, una investigación federal detectó una transferencia de aproximadamente 3 mil millones de pesos desde el estado de Tabasco hacia cuentas bancarias en Suiza. Las autoridades identifican como operador de la maniobra al empresario Jorge Amílcar Olán, señalado por su cercanía con Andrés Manuel López Beltrán, “Andy”, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador y actual secretario de Organización de Morena.
De acuerdo con la columna “Estrictamente Personal” de Raymundo Riva Palacio, Olán habría establecido una relación estrecha con Adán Augusto durante su etapa como gobernador de Tabasco, como parte de una red que abarcaba contratos de obra pública y presuntos negocios de contrabando de combustible en proyectos federales como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Felipe Ángeles.
Asimismo, durante su administración en Tabasco, López Hernández designó como secretario de Seguridad Pública a Hernán Bermúdez Requena, identificado por autoridades como líder del grupo delictivo “La Barredora”, lo que ha encendido nuevas alertas sobre posibles vínculos entre funcionarios y estructuras del crimen organizado.
Hasta ahora, no se ha confirmado si existen investigaciones judiciales abiertas sobre el presunto desvío de los 3 mil millones de pesos o los otros señalamientos que pesan sobre el exgobernador. Sin embargo, las crecientes acusaciones colocan a Adán Augusto López en el centro de una tormenta política que amenaza con salpicar a las más altas esferas del partido en el poder.
