En la ciudad de Bandung, la tormenta que se desató desde el cielo no solo retrasó el partido, sino que también trajo consigo la promesa de una jornada emocionante para la Selección Mexicana Sub-17. Con condiciones climáticas desafiantes, el equipo de Raúl Chabrand se enfrentó a Nueva Zelanda en el Estadio Jalak Harupat, donde el agua que caía del cielo se convirtió en un presagio de la lluvia de goles que estaba por venir.
El inicio del partido se retrasó media hora, aumentando la expectación y el suspenso en torno al encuentro. Sin embargo, una vez que el balón rodó, fue México el que dominó por completo el terreno de juego. Fidel Barajas, Adrián Fernández y Stephano Carrillo, con un impresionante doblete, sellaron la victoria para el equipo mexicano.
Nueva Zelanda, prácticamente desaparecida en el campo, tuvo pocas oportunidades de clasificar a la siguiente ronda. Barajas abrió el marcador justo antes del final del primer tiempo, y Carrillo, al inicio de la segunda mitad, sepultó las esperanzas del equipo oceánico. A partir de ese momento, México mantuvo la presión, buscando constantemente la portería contraria para ampliar su ventaja y asegurar el segundo lugar en el grupo.
Aunque la victoria sobre Nueva Zelanda dejó buenas sensaciones, la verdadera prueba aguarda en los octavos de final contra la Selección de Mali. Mali, que superó a Canadá 5-1, cayó ante España 1-0 y venció a Uzbekistán por 3-0, se perfila como un oponente formidable. La historia del torneo está llena de equipos que, enfrentando obstáculos y desafíos, emergen como campeones. ¿Será la Selección Mexicana Sub-17 capaz de superar este nuevo reto? El martes 21 de noviembre a las 2:30 de la madrugada, se revelará el siguiente capítulo en esta emocionante travesía. ⚽🏆 #SeleccionMexicana #Sub17 #RumboAlaVictoria
