AGENCIA
EEUU.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que fuerzas estadounidenses destruyeron una “gran instalación” presuntamente vinculada al narcotráfico en Venezuela, declaración que confirmaría el primer ataque terrestre reconocido públicamente por su gobierno dentro de la ofensiva contra el régimen de Nicolás Maduro.
El mandatario republicano reconoció que su administración ya llevó a cabo una acción directa en territorio venezolano como parte de su estrategia contra el narcotráfico y la presión militar sobre el gobierno de Maduro. Las declaraciones fueron realizadas durante una entrevista radiofónica con John Catsimatidis, empresario y aliado político de Trump, transmitida por la estación WABC de Nueva York.
Aunque en un inicio Trump no mencionó de manera explícita a Venezuela, funcionarios estadounidenses confirmaron posteriormente que el presidente se refería a una instalación ubicada en ese país, presuntamente relacionada con el tráfico de drogas.
“Tienen una gran planta, una gran instalación desde donde salen los barcos. Hace dos noches la derribamos”, declaró Trump, sin precisar la ubicación exacta ni detallar el tipo de operación militar utilizada para ejecutar el ataque.
Hasta el momento, las autoridades estadounidenses han mantenido un fuerte hermetismo en torno al caso. Funcionarios militares señalaron no tener información que compartir, mientras que la Casa Blanca no ha emitido una postura oficial sobre el operativo.
Por su parte, el gobierno de Venezuela tampoco ha dado a conocer información o reacciones oficiales respecto a las declaraciones del mandatario estadounidense.
Algunos funcionarios de Estados Unidos describieron el objetivo como una instalación relacionada con drogas, aunque no se ha aclarado el papel específico que desempeñaba dentro de la cadena del narcotráfico, considerando que Venezuela no es catalogada como un gran productor de estupefacientes.
Las declaraciones de Trump ocurren después de semanas de amenazas públicas sobre posibles ataques en tierra dentro de Venezuela y de que el propio presidente reconociera haber autorizado a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a planificar operaciones encubiertas en ese país.
Desde septiembre, Estados Unidos ha realizado ataques militares contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico que presuntamente transportaban cocaína. Estas operaciones han dejado al menos 105 personas muertas, de acuerdo con reportes oficiales, y han sido calificadas por críticos como ejecuciones extrajudiciales, al cuestionar la base legal de ataques armados contra civiles.
El gobierno estadounidense ha defendido estas acciones bajo el argumento de combatir a “narcoterroristas”, una categoría que, según Washington, justificaría el uso de fuerza militar directa.


