Agencias
EU.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con llevar a cabo operaciones terrestres militares dentro del territorio de cualquier país que, según su gobierno, produzca y trafique drogas hacia territorio estadounidense. La advertencia, hecha durante una reunión de gabinete, incluyó menciones explícitas a Venezuela y Colombia, marcando una escalada sin precedentes en su estrategia contra el narcotráfico.
Esta amenaza es la continuación de la campaña militar “Lanza del Sur”, iniciada en septiembre de 2025. Hasta ahora, esta operación se había limitado a ataques marítimos en el Caribe y el Pacífico, con un saldo reportado de más de 80 personas fallecidas tras la destrucción de decenas de embarcaciones. Trump afirmó que los ataques terrestres en Venezuela comenzarán “muy pronto”.
Para justificar legalmente estas acciones, su administración ha designado a los principales cárteles como “organizaciones terroristas extranjeras”. El Pentágono argumenta que esto coloca a Estados Unidos en un “conflicto armado”, permitiendo tratar a los narcotraficantes como combatientes ilegales. Expertos internacionales y gobiernos de la región han calificado los ataques anteriores de ejecuciones extrajudiciales.
La amenaza de extender las operaciones a suelo continental ha generado una fuerte condena y preocupación en América Latina. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, denunció los ataques como crímenes, mientras que el mandatario colombiano, Gustavo Petro, se declaró en contra de lo que considera “genocidios”. Analistas señalan que el verdadero objetivo podría ser desestabilizar al gobierno de Maduro.
Al amenazar con violar la soberanía de naciones enteras, la postura de Trump redefine radicalmente la lucha contra las drogas y plantea el riesgo de una crisis regional de grandes proporciones. La comunidad internacional observa si estas advertencias se materializarán y cuál será el costo en vidas y estabilidad para el continente americano.


