En un mensaje dirigido a la nación, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que las fuerzas armadas estadounidenses llevaron a cabo ataques precisos y masivos contra tres instalaciones nucleares clave de Irán: Fordow, Natanz e Isfahán. Según Trump, estos bombardeos tuvieron como objetivo principal destruir la capacidad de enriquecimiento de uranio del régimen iraní y detener “la amenaza nuclear que representa el principal patrocinador del terrorismo en el mundo”.
Trump calificó las operaciones como un éxito militar y advirtió que, aunque se han alcanzado objetivos importantes, “quedan muchos objetivos por alcanzar”. El mandatario estadounidense lanzó una fuerte advertencia a Irán, señalando que si el país no acepta la paz “rápidamente”, Estados Unidos está preparado para realizar más ataques que podrían eliminar otros objetivos en territorio iraní “en minutos”.
El presidente también expresó su respaldo a Israel y confirmó que los ataques fueron planificados en conjunto con el gobierno israelí. En respuesta, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, felicitó a Trump durante una conferencia de prensa, afirmando que “primero viene la fuerza, luego la paz” y que la acción conjunta demuestra la determinación de ambos países para enfrentar la amenaza iraní.
Cabe recordar que días antes, Irán había advertido que, en caso de un ataque estadounidense, no se detendría en sus ofensivas de autodefensa contra Israel, lo que ha elevado aún más la tensión en la región.
