Texas vive uno de los momentos más devastadores de su historia reciente. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este domingo una declaración de emergencia por desastre natural ante las graves inundaciones que azotan el estado y que ya han cobrado la vida de al menos 68 personas. Las autoridades advierten que la cifra podría aumentar conforme avanzan las labores de rescate.
“Estas familias están sobrellevando una tragedia inimaginable”, expresó Trump a través de su cuenta en Truth Social. “Se han perdido muchas vidas y muchos más siguen desaparecidos”.
La declaración presidencial activa el apoyo de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), que ya se encuentra coordinando esfuerzos con las autoridades locales. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, confirmó que se están movilizando recursos federales para enfrentar la crisis.
El condado más golpeado ha sido Kerr, donde las lluvias torrenciales hicieron crecer peligrosamente el río Guadalupe. Allí se han contabilizado 59 de los fallecidos, incluyendo 21 menores de edad. La situación es aún más dramática en la localidad de Hunt, donde 11 niñas y adolescentes del campamento cristiano Mystic Camp siguen desaparecidas desde el viernes.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitió una alerta de vigilancia por inundaciones hasta la noche del domingo, previendo acumulaciones adicionales de hasta 25 centímetros de lluvia. Según el gestor de Kerrville, Dalton Rice, estas son las peores inundaciones registradas en la región desde 1987.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró el sábado un “día nacional de oración” y pidió formalmente al presidente Trump una declaración de desastre federal, la cual fue concedida 24 horas después.
Las precipitaciones del viernes superaron los 30 centímetros en apenas 12 horas, provocando un desbordamiento récord del río Guadalupe, que alcanzó los 9,9 metros de altura en ciertas zonas, su segundo nivel más alto registrado.
Las tareas de búsqueda continúan entre escombros y terrenos anegados, con la esperanza de encontrar sobrevivientes entre las decenas de desaparecidos. Las autoridades han pedido a la población mantenerse informada y extremar precauciones, ya que las lluvias no han cesado.
