Agencias
Washington, EU.- El presidente Donald Trump ha dado un giro radical en su estrategia contra el crimen organizado: descartó a la Administración de Control de Drogas (DEA) y otorgó carta blanca al Pentágono para ejecutar operaciones letales contra quienes considere narcoterroristas, tanto en México como en otros países de la región.
La medida permite al Departamento de Guerra de Estados Unidos actuar por tierra, mar y aire, siguiendo la orden ejecutiva firmada el 20 de enero de 2025, que designa como grupos terroristas a cárteles mexicanos como Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Noreste, Nueva Familia Michoacana, del Golfo y Cárteles Unidos, así como a organizaciones criminales de Venezuela y El Salvador.
Trump notificó al Congreso que el Pentágono puede utilizar la fuerza bélica de manera directa para interceptar narcóticos destinados al mercado estadounidense, señalando que es necesario defender a la nación frente a estas amenazas. Esta estrategia implica una posible violación de la soberanía de otros países, como Venezuela y México, y representa un endurecimiento radical de la política antidrogas estadounidense, con operaciones encubiertas y ataques militares a discreción presidencial.
La presencia de 10 mil soldados bajo el Comando Norte en la frontera sur de EU refuerza la advertencia de Trump, dejando claro que la administración está dispuesta a emplear la fuerza letal para combatir a los grupos catalogados como terroristas.
