

En una decisión que ha generado gran controversia, la Corte Suprema de Estados Unidos permitió al gobierno de Donald Trump reanudar las deportaciones rápidas de migrantes hacia terceros países, aunque no sean sus lugares de origen. La medida fue aprobada por mayoría conservadora, con solo tres juezas liberales en contra.
Una de las voces más críticas fue la de la jueza Sonia Sotomayor, quien advirtió que esta decisión “expone a miles de personas al riesgo de tortura o muerte”. En su voto disidente, respaldado por Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson, Sotomayor denunció que la administración actúa como si estuviera “libre de la ley y con poder para deportar a cualquiera sin previo aviso”.
La Casa Blanca, aliada de Trump
Desde mayo, el expresidente Trump había solicitado suspender una orden judicial que permitía a los migrantes impugnar su expulsión si eran enviados a países diferentes al de su nacionalidad. La Casa Blanca intervino directamente para apoyar esta solicitud, apelando de emergencia horas después de que el juez Brian Murphy, nominado por Joe Biden, dictaminara que el gobierno había violado esa orden.
El detonante fue un vuelo de deportación enviado a Sudán del Sur con personas originarias de Cuba y México que ya habían cumplido condenas en EE.UU. Según la orden del juez Murphy, incluso quienes tienen antecedentes penales deben tener la oportunidad de demostrar que enfrentan un peligro real si son enviados a un país que no es el suyo.
Deportaciones a terceros países: una política polémica
La política de deportación a terceros países ha sido una de las más cuestionadas durante el mandato de Trump. Debido a que algunos países se niegan a recibir deportados, su gobierno estableció acuerdos con naciones como Panamá y Costa Rica para que acepten a los migrantes expulsados desde EE.UU.
La Corte Suprema también reconoció que los migrantes deben tener un “plazo razonable” para impugnar su deportación, pero su fallo permite al gobierno continuar con estas expulsiones mientras los tribunales inferiores definen los detalles.
Esta nueva victoria judicial fortalece el enfoque migratorio de Trump y podría marcar un precedente en su posible retorno al poder en las elecciones presidenciales de 2024.
