
De la Redacción
El Buen Tono
Orizaba.- Mientras en otros lugares del mundo se recurre a expertos en fauna para el cuidado de animales, en Orizaba, basta con una buena conexión a internet y ganas de aprender “por encimita”. Esa parece ser la lógica detrás de la gestión de Juan Manuel Diez, quien prefiere confiar la vida de las especies del Paseo del Río a “aprendices digitales” antes que a especialistas reales.
La muerte del canguro Skippy volvió a encender las alarmas entre activistas y ciudadanos que, hartos del ocultamiento y la negligencia, exigen que los animales sean atendidos por profesionales de verdad y no por improvisados “zootecnistas” de pantalla chica.
“Todo mundo sabe lo que pasa ahí dentro, hasta la gente de fuera lo comenta. Es evidente: los maltratan, les pegan con palas –hay videos que lo demuestran–, no se necesita ser un profesional para notarlo”, denunció Ángel García Gómez, representante de Derechos Humanos de la Capellanía Armada Mundial de Paz.
Con indignación, arremetió contra el alcalde al subrayar que “como siempre, el señor quiere lavarse las manos, echarle la culpa a los medios. Ya está muy grande para eso. Que se jubile, que se vaya a descansar. ¿O también nos va a culpar a los defensores de derechos humanos por la muerte de los animales?”.
