**El legado de opacidad y negocio personal que Juan Martínez Flores deja en Córdoba
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- A puertas del cierre de administración, un balance de 10 escándalos que desnudan una administración que convirtió lo público en privado y perpetuó un sistema político inservible, con la complicidad de una ciudadanía a la que se mantuvo en silencio.
La administración de Juan Martínez Flores en Córdoba llega a su fin no con el “Renacimiento” prometido, sino con el olor penetrante de la basura mal gestionada, el crujir de la pintura desprendiéndose de obras simuladas y el silencio ensordecedor de una estructura política que opera como un club de negocios.
Su mandato es el producto perfecto y lógico de un sistema caduco donde la democracia se reduce a transacciones, la fiscalización interna se anula con complicidades como la de la síndica Vania López González,próxima regidora, y el desastre se afina y consolida ante el mutismo social, ya sea por desesperanza o por el control de la información. Este es el balance crítico de una gestión que prepara su último informe omitiendo temas que definen su fracaso.


