Agencias
México.- En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, Puebla enfrenta una paradoja: mientras las autoridades reportan una “tendencia a la baja” y casos “estables”, cada 30 horas un poblano muere por esta infección y regiones como Tehuacán registran un preocupante repunte del 10% en 2025.
A pesar de una década de avances médicos y campañas de prevención, el VIH/SIDA mantiene una letal presencia en Puebla. Hasta el 30 de noviembre de 2025, 146 personas han fallecido a causa de la infección, lo que equivale a una muerte cada 30 horas. Con un acumulado de 770 casos nuevos detectados este año, la entidad se posiciona como la novena a nivel nacional con mayor incidencia, atendiendo a 5,959 pacientes activos en su red especializada.
La estabilidad engañosa y el repunte regional
Crisbel Domínguez Estrada, directora de Salud Pública estatal, describe la situación como “estable”, con un promedio histórico de 800 casos anuales. La tasa de letalidad ha bajado del 2.79% en 2014 al 2.1% actual. Sin embargo, esta aparente calma estadística se quiebra en el sur del estado. En la Jurisdicción Sanitaria de Tehuacán, que abarca 20 municipios, los casos han aumentado un 10% en 2025, pasando de 96 contagios en 2024 a 110 este año. Los jóvenes entre 18 y 25 años en Tehuacán y San Gabriel Chilac son los más afectados.
Respuesta institucional: entre la promesa y el desafío
Frente a este panorama, las autoridades han anunciado una ofensiva preventiva. El Secretario de Salud, Carlos Alberto Olivier Pacheco, prometió tres ferias de salud masivas, con la meta de aplicar más de 71,000 pruebas rápidas, realizar 31,951 diagnósticos de hepatitis C y distribuir un millón y medio de condones. Paralelamente, se inauguró un nuevo Servicio de Atención Integral Hospitalaria (SAIH) en Teziutlán para evitar que los pacientes de la Sierra Nororiental viajen a la capital por sus antirretrovirales.
En Tehuacán, la estrategia se centra en la promoción del preservativo y la detección temprana. Hasta ahora, se han aplicado 34,000 pruebas rápidas y distribuido 130,000 condones en la región, incluyendo intervenciones en el Centro de Reinserción Social local. No obstante, el jefe de la jurisdicción, Fernando García Hernández, reveló un problema crítico: dos personas diagnosticadas se han negado rotundamente a recibir tratamiento, elevando el riesgo de progresión de la enfermedad y de transmisión comunitaria.
La lucha contra el VIH/SIDA en Puebla se libra en dos frentes: uno, contra la indiferencia estadística que normaliza una muerte cada día y medio; otro, contra los rebrotes localizados y la negación al tratamiento que amenazan con revertir los logros obtenidos. El éxito de las jornadas masivas y la garantía en el abasto de medicamentos serán la verdadera prueba para medir el compromiso institucional más allá de las cifras.
