Efraín Hernández
El Buen Tono
Ixhuatlancillo, Ver.— El hartazgo social crece en este municipio ante la indiferencia del presidente municipal Fernando Ochoa Vergara, señalado por su falta de acción frente al derrame de hidrocarburo que desde hace dos días contamina ríos y terrenos en las unidades Villas de San Isidro, Valle Campestre y Valle Dorado, así como en colonias vecinas.
Mientras los habitantes enfrentan el riesgo de intoxicación y daños ambientales, el munícipe brilla por su ausencia. Denuncian que ya no le importa la población porque el dinero del ayuntamiento fue desviado, dejando sin recursos a áreas clave como Protección Civil y Obras Públicas. Estas dependencias han sido incapaces de frenar la emergencia, pese a los insistentes llamados de la ciudadanía.
El hedor del combustible invade las calles, los cuerpos de agua lucen cubiertos por residuos aceitosos y los vecinos, desesperados, afirman que el alcalde se robó todo el presupuesto municipal, pues no existe maquinaria, material ni personal suficiente para atender la contingencia.
Organizaciones locales advierten que el abandono institucional está llevando a Ixhuatlancillo a una crisis ambiental sin precedentes. La descomposición del gobierno municipal se refleja en la corrupción, la negligencia y la omisión del propio Ochoa Vergara, quien permanece encerrado en su oficina mientras la comunidad exige respuestas.
