De la redacción
El Buen Tono
El Gran Premio de Azerbaiyán vivió una jornada caótica e inédita en la clasificación de este sábado. Max Verstappen, piloto de Red Bull, se llevó la pole position tras una sesión que rompió récord histórico con seis banderas rojas y que se extendió por más de hora y media en las calles de Bakú.
El neerlandés firmó la vuelta más rápida en los minutos finales, asegurando la posición de privilegio en la parrilla de salida de este domingo. Lo acompañará en la primera fila Carlos Sainz, quien logró el mejor resultado de Williams en años, mientras que Liam Lawson (Racing Bulls) sorprendió con el tercer puesto, su mejor clasificación en Fórmula 1.
La pista resbaladiza, la lluvia intermitente y el fuerte viento complicaron a los pilotos y desataron una serie de accidentes que hicieron de esta qualy un capítulo único en los 75 años de historia de la categoría. Charles Leclerc, que llegaba con cuatro poles consecutivas en Bakú, terminó contra el muro en la Q3 y saldrá décimo, sumando otro revés a la difícil temporada de Ferrari.
La sesión estuvo marcada por múltiples incidentes: Alexander Albon y Nico Hülkenberg provocaron las primeras banderas rojas en la Q1, seguidos de un doble accidente de los Alpine de Pierre Gasly y Franco Colapinto. En la Q2, el novato Oliver Bearman también se estrelló, dejando fuera a Hamilton, que sigue sin encontrar ritmo en su primer año con Ferrari. Finalmente, en la Q3, los golpes de Leclerc y Oscar Piastri generaron las últimas interrupciones antes de que Verstappen asegurara la pole número 46 de su carrera.
La parrilla de salida quedó definida con Verstappen en la primera posición, seguido de Sainz y Lawson. Detrás parten los Mercedes de Kimi Antonelli y George Russell, con Yuki Tsunoda (Red Bull) en el sexto puesto. McLaren, en cambio, perdió una oportunidad clave en la lucha por el campeonato de constructores, con Lando Norris séptimo y Piastri noveno.
El espectáculo de la clasificación en Azerbaiyán dejó todo servido para una carrera cargada de tensión, donde las condiciones climáticas y la presión de los pilotos prometen mantener el suspenso hasta la bandera a cuadros.
