


Alejandro Aguilar
El Buen Tono
REGIÓN.- Más de 9 mil personas con enfermedades crónicas se registran en la zona de Córdoba. Armando Gregor, presidente nacional de la Asociación de Médicos Generales y Familiares, señaló que no existe una cultura de prevención contra estas enfermedades.
Un preocupante panorama sobre el manejo de enfermedades crónicas en Córdoba revela profundas fallas en la prevención. Según datos del Sistema de Información en Enfermedades Crónicas (SIC), en la jurisdicción hay 9 mil 616 pacientes diagnosticados con estas condiciones.
Armando Gregor, presidente nacional de la Asociación de Médicos Generales y Familiares, señala, que la raíz del problema está en la persistente cultura de acudir al médico sólo cuando aparecen síntomas, no para evitarlos.
La diabetes lidera la estadística con 6 mil 332 casos en Córdoba, pero apenas el 38.7 % de estos pacientes mantiene niveles adecuados de hemoglobina glucosilada (A1c), examen clave para el control. “La obesidad infantil es la puerta de entrada a la diabetes. Seguimos viendo cómo niños consumen dulces y refrescos sin control, con familias que no previenen”, advierte Gregor. Los datos confirman esta alerta: de 3 mil 545 pacientes con obesidad, sólo el 13.8 % logra un Índice de Masa Corporal (IMC) menor a 30.
La hipertensión arterial afecta a 5 mil, 803 cordobeses. Aunque el 77.3 % tiene mediciones de presión registradas, únicamente el 69.7 ´por ciento mantiene cifras bajo 140/90. En dislipidemia (2 mil, 992 casos), el 63.5 % presenta colesterol total aceptable (<200 mg/dL). Éstas cifras reflejan un control insuficiente que, deriva de un sistema que prioriza lo curativo sobre lo preventivo: “En el sector privado, la presión por convertir la salud en negocio limita el tiempo para prevención y educación”.
Con casi 40 años de experiencia, enfatiza que, problemas como la disfunción eréctil (a menudo primer síntoma de diabetes) también se ignoran por tabúes sociales. “Nuestra labor es combatir la idea de que el médico sólo sirve para curar. El primer nivel debe ser preventivo: preferiría tener consultas con pacientes sanos”, sostiene. Pese a los esfuerzos por digitalizar la formación médica postpandemia, Gregor reconoce que el mayor reto sigue siendo cambiar hábitos poblacionales.


